Yo no quiero piedra en mi camino,
déjame en paz.
Vete de mí,
no puedo más.
Yo no creo en cosas del destino,
¿qué puedo hacer si yo sé que
tú no eres para mí?
Qué tristeza me da si me pongo a pensar
en las cosas de amor que juramos tú y yo.
Si pudiera definir mi manera de sentir,
una novela de llanto te podría escribir.
Yo no quiero piedra en mi camino,
déjame en paz.
Vete de mí,
no puedo más.
Yo no creo
en cosas del destino,
¿qué puedo hacer si yo sé que tú no eres para mí?
Sí.
Yo no quiero piedra en mi camino, déjame en paz.
Vete de mí,
no puedo más.
Yo no creo en cosas del destino,
¿qué puedo hacer si yo sé que tú no eres para mí?
Qué tristeza me da si me pongo a pensar
en las cosas de amor que juramos tú y yo.
Si pudiera definir mi manera de sentir,
una novela de llanto te podría escribir.
Yo no quiero piedra en mi camino,
déjame en paz.
Vete de mí,
que ya no puedo más.
¡Ay!
¿Cómo?
Yo no quiero más piedras en mi camino.
Quiero que sepas que si tú te vas,
a mí me importa un camino,
tú ves.
Yo no quiero más piedras en mi camino.
No, no, no.
A mí no me para un tren,
ni me para un remolino.
Yo no quiero más piedras en mi camino.
Estoy tan seguro de que no quiero verte,
como que me llamo Willy Chirino.
¡Sí, señor!
¡Ya!
¡Sí!
ya te vayas, quítate de la vida y tú verás
abre que voy, a mí no hay quien me pare
yo canto oro,
mi llaves,
pa' llenar ya barro,
mi llaves
abre que voy, a mí no hay quien me pare
¡Ya va!