¡Ajá!
¿Uo?
Oye,
Guillermo,
te voy a hablar de las cosas de mi pueblo.
Mentiras, Pinareña.
No, no, no, no, escucha esto.
En mi pueblo sucedían ahí
las cosas más sorprendentes.
No,
me lo acabo de ver.
¡Ah!
Eso no es nada.
Oye...
¿Qué?
No existe.
¿Cómo?
Si te impresionó lo que te dije ahorita,
oye lo que te voy a decir ahora.
Una mentira más y me voy.
¡Ah!
No es que la beta disfrace, no.
En mi pueblo hay un ternero
que es el mejor pelotero jugando tercera base.
¡Césnago!
En mi escuela había una clase
con un loro profesor,
un pío que era tenor y cantaba en el teatro.
Acompañado de cuatro cotorras del Ecuador.
Esto no es cuento ni broma.
Mi abuelo tiene un canario graduado universitario
que canta en cualquier idioma.
Vivo si era una paloma.
Y se asaltó con la chiva.
Hay una horqueta de hormiga y un cangrejo timbalero.
¿Qué cosa?
Y cuando can aguacero llueve de abajo para arriba.
¡Pete, pay!
Y cuando can aguacero llueve de abajo para arriba.
¡Ah!
Ya no diro campo, amor.
Todo empuje, todo estira.
Y en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira.
Todo es según el color del cristal con que se mira.
Todo es según el color del cristal con que se mira.
¿Tú sabes quién dijo la frase?
La vida es una barca.
¿Quién fue?
Calderón de la...
¡No!
¡Qué rico!
Ya lo
dijo campo, amor.
Todo empuje, todo estira.
Y en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira.
Todo es según el color del cristal con que se mira.
Ya lo dijo campo, amor.
Todo empuje, todo estira.
Y en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira.
Todo es según el color del cristal con que se mira.
Todo es según el color del cristal con que se mira.
¡Ya!
¡Ahí!