Ella era la mujer de Sixto Pérez, y Sixto era por eso un enemigo.
Cuidado cuando escojas las mujeres, podrás perder incluso a tus amigos.
Era la reina del hogar, lo fue en el barrio desde siempre, a Sixto le tocó ganar con su carita de inocente.
Sixto no es nada personal, ¿y qué culpa tienes tú de tener al santo grial de toda esta comarca universal?
Sus piernas las columnas del infierno, sus ojos el portón del paraíso,
su boca la humedad de los inviernos, y sus pechos ricos como banco suizo.
Tiene algo de electricidad cuando desplaza su cintura, es como una enfermedad que sube la temperatura.
Sixto no es nada personal, ¿y qué culpa tienes tú de tener al santo grial de toda esta comarca universal?
Le ha dado por contarle a las vecinas, que Sixto aunque es buen tipo no la toca.
Que las cosas van muy mal en la oficina, y que la deja con los besos en la boca.
Y yo cortándome las venas, ay si me dieras lo que botas.
Imaginando las escenas, ay cómo arrancaría tu ropa.
Sixto no es nada personal, ¿y qué culpa tienes tú de tener al santo grial de toda esta comarca universal?
Hay alguien que hoy le da lo que ella quiere, aunque esto no lo sepa.
Sixto Pérez.
¿Por qué se aburre de la maravilla?
Que no se asuste si le quitan la silla.
Si tienes un tesoro que te espera, regálale una flor sin primavera.
¿Quién se aburre de la maravilla?
Que no se asuste si le quitan la silla.
Si encuentras un amor y esta casa, en esto no habrá propiedad privada.
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
¡Hey!
Ya está.
Pero, pero, pero, Peppa...
¡Oh!
¡matese př
¡Hey!
¡Hey!
¡Gracias!
¡Gracias!