Yo no sé cuándo olvidé, yo no sé cuándo olvidé, que la costumbre es el postre en el menú, es el postre en el menú de los suicidios.
Quiero volver con vos, lavar con agua fresca el luz, pecao, para comenzar.
Creo que es un tono arriba, ¿no? Un poquito más arriba.
Muy bien, León.
Un poquito más arriba.
Miras, ¿verdad? Alfombras teñidas de sangre.
Tengo que programar una batería para ver cómo se siente eso.
Ponte aquel vestido blanco que se asome en tus rodillas, dame todo lo que no se puede hacer.
Ponte todo, yo lo arranco, me agarro un paso en tus rodillas, ya después ya veremos lo que hay que ver.
No me importa ni me arruina, que se saque mi ajedrez, más de treinta mil noticias.
Era matutino y hoy está de moda la injusticia.
Eh...
Y ya no sé si vengo vos.
Caravanas de pubertos, caravanas de pubertos, caravanas de pubertos, hacen fila en la frontera.
Ella vende tantos cabernets, ella siempre sueña con bolitas de curica.
La canción...
Ella vende tantos cabernets...