Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida.
Esos son los imprescindibles.
¡Bien!
¡Está rejota!
¡Virus insano!
Los taos del barrio que siempre son pesadas.
Yo vengo de las cloacas desde el nido de la rata.
Somos humanos, pero estamos jodidos.
Me pierdo en pensamientos crudos desaparecidos.
Estoy disperso.
La realidad me aplasta.
Me dobla,
me acorrala,
pero la rabia queda intacta.
Miembros del hardcore, auténticos funcionarios.
Profesionales marcados,
violentos,
tortuosionados.
Pienso que el viento me tiene disperso.
Desde el comienzo pierdo todo este incendio.
Sucio convento, crudo fundamento.
Nos alimentamos de basura como cerdos.
Comito toda la rabia por vivencias y crueldades.
No estoy muy seguro de este mundo y sus maldades.
Oscuridad maldita reina en los corazones.
De todas las personas,
una matralla matando a raciones.
Mi miedo está en el ambiente.
Notas del barrio siempre son pesadas.
Directo de las cloacas,
de las orillas barrios marginados.
Perros de tierra desatados, alterados.
No pertenecemos, maldito rebaño.
Mi miedo está en el ambiente.
Lo percibo en mi estado más temente.
Pienso de repente todo lo que he hecho.
Caminando fuerte, camino maltrecho.
Falsas amistades, falsas esperanzas.
Falsa iglesia y el gobierno que como
una bestia hambrienta se atraganta.
Me están observando cámaras mientras escribo esto.
Estamos vigilados, escuchados, observados.
No nos damos cuenta en veces como todo está tan manipulado.
Podrido,
alterado,
corrompido y sin piedad aniquilado.
No me estoy quejando,
solamente es imposible quedarme callado.
Son tantas chingaderas las que están pasando.
Es difícil de aceptarlo, pero es así.
Ya no chingamos, abrí los ojos, me levanto.
Y aunque todo esto parece de terror,
no me tumbo,
no me caigo.
Mi miedo está en el ambiente.
Notas del barrio siempre son pesadas.
Directo de las cloacas,
de las orillas barrios marginados.
Perros de tierra desatados, alterados.
No pertenecemos, maldito rebaño.
Ya te la sabes, este rencor está podrido.
Es el virus insano.
Desde las orillas del distrito,
la periferia resistiendo.
¿Cuándo nos van a soltar?
¿Y cuándo vamos a regresar?
Cuando vengan tiempos buenos.
¿Y cuándo van a venir?
Pronto.