La mujer del pan envejece, envejece.
Sus baguettes están tiernas como al empezar.
Mi amigo Pau envejece, envejece.
Sus ganas de encontrar una novia van a más.
Toda esta ciudad envejece, envejece.
Sus calles están maquilladas nada más.
Ganas horas al precio que van y son cortas.
No ves que corren de aca para allá y te
ensombras que oscurecen los domingos.
El más semental envejece, envejece.
Su puntualidad se deshincha sin piedad.
La matrona ya envejece, envejece.
Y de aquel menas ni recuerdo cómo va.
Y mira las horas al precio que van y son cortas.
No ves que corren de aca para allá y te
ensombras que oscurecen los domingos.
Mi gata también envejece, envejece.
Ya no corre al ver
los hilos de coser.