De Macalém procedía,
con parque y armas de fuego,
del contrabando vivía.
Temprano llegó a Victoria y tomó rumbo a San Luis.
Esa era su trayectoria,
iba contento y feliz.
Su mero nombre era Armando Martínez fue su apellido.
Nacido de San Fernando,
su Tamaulipas querido.
Andaba en el contrabando casi desde que era un niño.
En la piedad Michoacán, último viaje de Armando,
ya cuando iba a descargar,
la muerte estaba acechando.
Lo cazaron por la espalda,
ya lo estaban esperando.
Dura poco el que es valiente y en cualquier parte se queda.
Aquí en tierra caliente sigue girando la rueda.
Hay algo que está pendiente porque allá andan los Tejeda.
Pobrecitos mis hermanos que me
trajeron volando de la piedad Michoacán
al pueblo de San Fernando,
a la tumba de mi madre que ya me estaba esperando.