Las arvejas, cebollita, zanahoria y maíz
hemos venido hasta el bosque a un campamento feliz.
Mi nombre es Cebollita y las carpas arme.
Trepecé, salí rodando y todo desordené.
¿Quién las habrá dañado?
Yo no fui, no señor.
¡La culpable!
No me miren, yo no he sido.
No, no, no, no, no.
Zanahoria, el más fuerte, mucha leña recogí.
Me recargué en los troncos,
rodaron lejos de aquí.
¿Quién los habrá tumbado?
Yo no fui, no señor.
¡La culpable!
No me miren, yo no he sido.
No, no, no, no, no.
¿Qué te pasa, maíz?
¿Por qué estás asustado?
Fui por los malvaviscos y se los han llevado.
¿Dónde están los malvaviscos?
Yo no fui, no me miren a mí.
Yo
sí fui, yo sí fui.
¡La culpable!
Pero fueron accidentes.
No fue con mala intención.
Muy bien, arvejitas, por decirnos la verdad.
Las apoyamos, las queremos, pero ya no mientan
más.
Ahora todos sentaditos vamos a contar una historia de terror.
¡Sí!