Bueno,
Huguito Farías,
acercate por acá,
porque no me ha venido el amigo Hernán Freites.
Una zambita,
la del cantor enamorado,
puede cantar para los paisanos.
Pero sí, como no, Abelito.
Yo para estas cuestiones no me hago de rogar.
Y muchas gracias por el convite.
¡Primera!
Para toda la familia,
y el compadre Ramírez,
y a todo Marcopá,
muchas gracias.
El
viejo río Cosquín
fue testigo quieto de un desengaño
que un guitarrero cantor sufriera en
el arenal cuando se estornilla el sol
que un guitarrero cantor sufriera en
el arenal cuando se escondía el sol
cuentan paisanos de allá que al amanecer se escuchó su canto
que era un lamento de amor que de
pecho le brotó y entre los cerros quedó
que era un lamento de amor que de
pecho le brotó y entre los cerros quedó
quisiera verte volver en una tarde de enero
si vuelve me encontrará en la orilla
del Cosquín con mi guitarra cantora
con mi guitarra cantora
de mil labios en pira que aún perdura
el amor que me dejaste al partir
adén
commands
Cuando comienza a gustar como agua de balancial,
sólo se empieza a alejar.
Si alguna vez al pasar
por el viejo río en otra estrellada,
quizás puedan escuchar la copla que del campor naciera por un dolor.
Quizás puedan escuchar la copla que del campor naciera por un dolor.
Quisiera verte volver en una tarde de enero.
Y vuélveme a encontrar en la orilla
del costín con mi guitarra cantora.
De mi labio séptila que aún perdura el amor que me dejaste al partir.