Yo no me escondo, de miedo a perder, lamiendo mi herida, soñando otra vida, queriendo otro adiós.
Yo no me escondo, detrás de una fe, de noches perdidas, de las despedidas, que queman la piel.
Yo no me escondo, porque lo hará Jesús.
Cuéntame la verdad, ¿qué quieres olvidar? Yo no me escondo, ¿por qué lo haces tú?
Cuéntame que no hay nada más, dime que este es el final.
Yo no me escondo, ¿por qué lo haces tú?
No me sorprende, tanta frialdad.
Espero que un día mi melancolía pueda perdonar.
¿Qué es lo que esconde?
Tu sinceridad, que obliga al que espera a quemarse en la hoguera de la soledad.
La soledad, la soledad, la soledad, la soledad, la soledad, la soledad, la soledad, la soledad.
Cuéntame la verdad.
¿Qué quieres olvidar?
Yo no me escondo, porque lo haces tú.
Cuéntame que no hay nada más, dime que este es el final.
Yo no me escondo, porque lo haces tú.
Yo no me escondo, porque lo haces tú.
Yo no me escondo, porque lo haces tú.
Cuéntame que no hay nada más, dime que este es el final.
Cuéntame que no hay nada más, dime que este es el final.
Yo no me escondo, porque lo haces tú.
Yo no me escondo, porque lo haces tú.
Yo no me escondo, porque lo haces tú.
Cuéntame que no hay nada más, dime que este es el final.
Al final, yo no me escondo
Porque lo haces tú