Y esta noche han venido a abducirme en su nave intergaláctica
y no sé qué me van a hacer.
Ahí va Dios, qué montón de lucecicas y cuántos botoncicos,
qué inteligencia tan superior hablan en un extraño lenguaje gestual.
Son calvos y tienen enorme cabezón, qué chalás.
¿Desde dónde habrán venido para fijarse en mi cuerpo
y experimentar sobre él?
Me han puesto un gotero con un liquidillo azul.
Me resistiría si no fuera tan gandul.
Me han dejado tirado en un descampado.
Con un botijo que pone recuerdo de Ganymedes.
Mmm, mmm, mmm, mmm, mmm, mmm, mmm, mmm.