Sé que no es tan fácil
que la vida es una nocte
y ahí no se cansa
de dar vueltas una y otra vez.
Me hago el camino piedra a piedra,
sé que no lo sé,
que mi torpeza es ignorar quienes intentan
beber de mi sed.
Y le sobran rimas a mi letras,
que indiscreta que es la hipocresía,
y los fallos que comete el miedo.
Si esta vida son dos días,
yo quiero ser
y quien para el tiempo y por qué no,
de irme de la muerte hasta que salga el sol,
y que la luz del alba me deje escribir
historias que no dueran para variar.
Estoy cansado de minarme el alma y porque
sé que todo es diferente a como lo soñé,
pero en ningún momento digo que es peor,
me encanta ser el dueño de algún corazón.
Pero al mío lo echo de menos.
Sé que mi sentencia perdonaría a aquellas personas que en su día
me hicieron sufrir,
porque no hay mal que de bien no venga.
Y si alguna vez molesté a alguien que me
quiera que me perdone,
pero yo soy así.
Siempre persona, cante o llore,
que indiscreta
que es la hipocresía,
cuantos fallos que comete el miedo.
Si esta vida son dos días,
yo quiero ser y quien para el tiempo y por qué no,
de irme de la muerte hasta que salga
el sol,
y que la luz del alba me deje escribir
historias que no dueran para variar.
Estoy cansado de minarme el alma y porque
sé que todo es diferente a como lo soñé,
pero en ningún momento digo que es peor,
me encanta ser el dueño de algún corazón.
Pero al mío lo echo de menos,
me río de la muerte cuando sale el sol,
mientras la luz del alba me deja escribir
historias que no dueran para variar.
Estoy cansado de minarme el alma y porque
sé que todo es diferente a como lo soñé,
pero en ningún momento digo que es peor,
me encanta ser el dueño de algún corazón.
Pero al mío lo echo de menos.