Viene de lejos para adorarte, princesa rubia de mi pasión
Con mi guitarra anhelando darte entre sus quejas mi corazón
Ayer humilde fui a tu sendero, honra mi yete, ja de socar
Porque a una virgen yo siempre quiero ver sobre pétalos caminar
Y al quedarme sin los capullos con que tu senda yo alfombré
En mi alma ansiosa de tus ardullos vino el cariño a florecer
Es que tus nombres entrelazados son de una virgen y de una flor
Padría y rosa idolatrados en su delirio por su candor
Música
Música
Música
Música
Música
Música
Música
Música
Música



¿Quieres amarme nunca? Y hoy agoniza ya mi ilusión.
Siento que en vano en tu vida busca mi pobre vida, mi salvación.
Una mirada y una sonrisa darme si quieres verme vivir.
Que estoy muy triste por la ceniza del sueño mío que veo morir.
Por tu desprecio y hasta tu olvido, llorando a solas perdonaré.
Y siempre amante del bien perdido, recuerdo eterno ya llevaré.
Y en el alberzo cruel el destino, de nuevo lejos con mi dolor.
Me iré cantando cual peregrino, María Rosa, Virgen y Flor.
Me iré cantando cual peregrino, María Rosa, Virgen y Flor.