Se ven huellas de un caballo sobre la tierra mojadaY un hombre que lleva prisa, salió muy de madrugadaEl potro apura su paso, ya cuando el sol se asomabaY un hombre que lleva prisa, salió muy de madrugadaY atrás quedó su ranchito, con su esposa sepultadaAhí vivió muy dichoso, con su querida María¡Ay!Pero una tarde llegó, y la encontró malheridaY antes de morir le dijoEl nombre de un tal Mejía¡Ay!¡Ay!Y puras acatecas, primoMuchos lugares anduvoY a la barba le crecíaY el caballo se cansabaDe caminar noche y díaEn un pueblo de SonoraAhí encontró al tal MejíaCuéntanos que lo miraronQue imploraba por su vidaCuéntanos de la regiónQue no mató cara a caraQue no mató cara a caraY lo arrastró hasta la tumbaDonde descansa su amadaLuego se perdió en la sierraY ha cumplido su venganza¡Ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay!