El vals del cielo baila en soledad,
no lejas ni nieve en su bondad.
El aire ignora
tu melena divina,
que canta música
sutil y genuina,
ecos suaves en cada respiro,
melodías que el viento nunca olvidó.
Tu belleza es un arpa sin cuerdas,
que al universo susurra sus prendas.
La danza estelar
gira en armonía,
sin saber de tu mágica melodía.
Tus cabellos son notas al azar,
un concierto que no deja de sonar.
El aire aprende lo que no vio,
en tu esencia un ritmo nació.
Entre el cielo y tu ser
hay un vínculo,
una sinfonía de amor indivisible.
El aire aprende lo que no vio,
en tu esencia un ritmo nació.
Entre el cielo y tu ser
hay un vínculo,
una sinfonía de amor indivisible.
El aire aprende lo que no vio,
en tu esencia un ritmo nació.
Entre el cielo y tu ser hay un vínculo,
una
sinfonía de amor indivisible.