¡Eh,
Chango! ¡Mirá quién hay ahí! ¡A ver, a ver, Roo!
¡Oh,
mirá,
che! ¿Y este qué anda haciendo ahora sin acordeón,
dice?
No,
pero este,
con guitarra,
no hace bailar a la paisanada.
¿Qué te parece si le invitamos a cantar una chacarera?
¡Meta!
¡A ver, a ver, Roo! ¡Vení!
¡Hola! ¿Cómo le va?
¡Buenos días!
¿Cómo anda, Abelicto?
¿Todo tranqui?
¿Para dónde estás yendo?
A la villa, compañero.
Si no, ¿a dónde?
¿Con quién, che?
No sé si me lleva Tomasito Piquio Rosales,
pero me voy.
¿Y te animás a cantar una chacarera antes de irte?
No,
pero si aunque sea en el estribo,
vamos a contarles mi historia cantando las chacareras.
Entonces, que se vengas a chacarero, macho.
¡Vení, vení, Roo!
¡Oh, Rito! ¿Dónde es Raulito y Martín Michia?
¡Óvalo!
La gente me lo decía,
que me andan copiando mucho.
¿Serán los acheros truchos?
Contesté con ironía.
¡Oh!
Se estaría Gutiín Villalbachí.
¿Para cuál estoy Magdalena?
¡Al centro!
Vamos, Lelia y Silvia.