Somos dos aguas
en el mismo río
de la soledad.
Somos dos gotas en la misma lluvia
de la fatalidad.
Somos dos hojas en el mismo otoño
de la vanidad.
Somos dos cuerpos en la misma cama en la oscuridad.
Y es que estamos perdidos,
es que estamos casi muertos
en el letargo vacío de un amor cansado,
de un amor dormido.
Y es
inviero en el alma si se escarte el deseo.
Vamos querida,
es largo el camino
de la felicidad.
Somos esclavos de esta cruel rutina que nos va a acabar.
Estamos solos como dos maderos
en medio del mar.
Duele el silencio,
lastiman las horas sin poderte amar.
Y es que estamos perdidos,
es que estamos casi muertos
en el letargo vacío de un amor cansado,
de un amor dormido.
Y es invierno en el alma
si se escarte el deseo.
Y el corazón es solo presagio de tormenta que llena el sentimiento.