Adoración,
mi cielo,
tú sabes que te quiero,
bien convencida
que eres tesoro mi consentida.
Ya no podré dejarte,
jamás podré olvidarte,
porque ya es imposible que de mi mente
pueda apartarte.
Mucho que había esperado por este amor que me comprendiera,
pero en ti ya he encontrado
ese querer por siempre anhelador.
¡Mucho que había esperado!
Mucho que había esperado por este amor que me comprendiera,
pero en ti ya he encontrado
ese querer por siempre anhelador.