Esperando por toditos los
caminos para ti
y dejándole hueónero mil recuerdos por allí
desde Saúl C. desde esquina a Yarengo y Quiraró
que había atravesado Pagos hasta el pueblo de Ituzaicón
cuantas veces tropeando en el Miriñay
recorrí toda la corte y llegué hasta Chimillar
otras veces del Payúray por el Yaguaretecorá
y en la altura de mi rancho hasta allá
no quedó cañada ni al bardón ni el cero
ninguna ni montes que andar no me vio en cuantas llamadas
no dejé mi huella y cuantas promesas que no se cumplió
vida solita y a mitad de prospero de día y
de noche monté la tabel y de cuando en cuando
por Yagu y por suelo,
por Aguari y por Acorrión me llaman
cuantas veces tropeando en el Miriñay
recorrí toda la corte y llegué hasta Chimillar
otras veces del Payúray por el Yaguaretecorá
y en la altura de mi rancho hasta allá
no quedó cañada ni al bardón ni el cero
ninguna ni montes que andar no me vio
en cuantas llamadas no dejé mi huella
y cuantas promesas que no se cumplió
vida solita y a mitad de prospero de día y de noche monté la tabel
y de cuando en cuando por Yagu y por suelo,
por Aguari y por Acorrión me llaman
tropeando, tropeando, tropeando