A la Sultana del Norte llegaron dos michoacanos a una cita de negocios de un jefe requiomontano
para llevarle a los güeros un producto colombiano
Señor, el man de llamarlos va a negociar en persona
Díganme cuánto me cobran para llevar a Oklahoma un viaje de Coca-Cola
que me llegó de Colombia
La carga está en la avioneta, la que se van a llevar
Con el pellejo responden si los llegan a agarrar
La mafia nunca perdona, no lo vayan a olvidar
No se preocupe mi jefe que nada va a suceder
Hasta el momento no ha habido quien nos pueda detener
Porque no la hemos rajado y no sabemos perder
En la pista clandestina donde iban a aterrizar
Los agentes antidroga sabían la hora y lugar
Algún soplón de seguro, el palo vino a ensuciar
Cuando cayó la avioneta sobre ella fueron a dar
Pero los que la esperaban empezaron a tirar
Los traficantes contra narcos se empezaron a matar
En una lluvia de balas se levantó la avioneta
Mientras que ahí se mataban con cuernos y metralletas
La Coca-Cola volaba rumbo a una pista secreta
Los michoacanos llegaron, todo el cargamento aquel
Murieron diez traficantes y otros tantos de la ley
Pero eso sí, los millones llegaron a Monterrey