Tenemos que aprender a despedirnos, tenemos que irnos sin querer irnos, tenemos que aceptar
que no nos quieren y además oírlo, como cuando cuentan el final de un libro, pero
en éste eres el prota y por eso duele saber que llueve hasta en tu libro favorito, a veces
pienso que tal vez estaba escrito, que tuviera que perderte y hoy hablarle al infinito y
sé que tenemos que aprender de lo que pasa y sé que tenemos que encontrar lo positivo,
pero te juro que me muero en ésta casa pensando que tenemos que sufrir por estar vivos, tenemos
que apostar y ser valientes aun sabiendo que a veces nos mienten, tenemos que sufrir y
conocer a gente, tenemos que perder a los abuelos cuando aun no sabemos que es la muerte,
tenemos que enfermar que envejecer, tenemos que aprender a perder, tenemos que ver como
un amigo nos falla y decirle que se vaya por orgullo aunque nos duele que se vaya y
seguir al día siguiente de pie e intentar no levantar por el dolor una muralla, tenemos
que pagar facturas no perder la calma y quien paga facturas con fracturas en el alma, tenemos
que crecer y perder todo lo que amamos, luego continuar con los ojos encharcados, tenemos
que estar preparados que da resultados como el que llega a la fiesta cuando ya se ha terminado
y tenemos que perder trenes, tenemos que tirar de fe esperando a otro que puede ser que no
llegue y hace frío en los antenes, cuando preguntas por tus sueños y te dicen que hoy
no pasan porque hay nieve, te duele pero es cierto que hasta en los videojuegos de pequeño
te puntúan por aciertos, tenemos que aceptar que nos comparen con el resto y encima con
sus putos baremos no con los nuestros, tenemos que gritar en voz bajita como si el dolor
fuera un altavoz en tu mesita, te dicen que lo tuyo se medica y al final estas igual pero
una marca de pastillas se ha hecho rica y sonará el despertador mañana y como un zombi
te levantaras sin ganas, tendrás que darle la razón a ese cliente y poner buena cara
porque alguien decidió que sin dinero no eres nada y volverás de fiesta triste porque
tenías que beber todo aquello que aguantaste y no dijiste y se acabará de nuevo el fin
de con resaca irás el lunes a vender tu vida por dos días libres, tenemos que criarnos
con mamá y papá sabiendo que hay un día en que ya no estarán, se irán y no siempre
se supera, para ti se para el mundo y para el mundo será solo un día cualquiera y tenemos
que seguir patrones porque hay un canon de belleza que no cumplen pero imponen, quienes
son ellos para decirnos que nos ponen por su mierda de desfiles hay personas que ni comen,
tenemos y tememos, te amo y no nos vemos, tenemos que aprender a echar de menos, tenemos que triunfar
pero que es triunfar si el fracaso es solo un paso y nadie quiere fracasar, pero hoy el sol me ha
levantado y he sentido una caricia de calor por todos lados, he salido a la ventana y lucía un
día tan claro que he pensado que tenemos que apreciar lo que tengamos, tenemos el sol, la
luna, el cielo, la suerte de poder conocer a los abuelos, el bosque, los árboles, sus hojas cayendo
al suelo, una manta que te abriga del frío en el mes de enero, tenemos el cine y esa canción que te
saca una sonrisa hasta en tu día de bajón, tenemos la ventana del avión, poder juntar los pies con
la persona que amas en el colchón, tenemos los consejos de un amigo y esa risa tonta que se pega
justo cuando Raze está prohibido, tenemos el sexo y el fuego, tenemos las miradas de tonteo, de
deseo, lo simple de un paseo, las viñetas de un te veo, celebrar un gol con un colega en el recreo,
tenemos los sueños, las metas, los nervios previos a un viaje mientras te preparas la maleta, tenemos
la cocina nueva, las viejas recetas y esas ganas de comer con todos, de juntar las mesas, tenemos
las sorpresas, tenemos el amor, tenemos la ilusión de que algo empieza, tenemos la franqueza, la
cerveza, la empatía, los padres, las madres, los que nos cuidan, tenemos animales que al llegar a casa
saltan de alegría, tenemos resiliencia, compañía, tenemos los ancianos que nos cuentan batallitas y
esos niños donde ver que la inocencia se marchita, tenemos ese amigo que cuando nos falta invita,
tenemos ese tren que va hacia donde necesitas, tenemos ese mar que nos salpica los pies y ese
horizonte que miramos cuando aprieta el estrés, tenemos ese antro que nos gusta y donde siempre
quedamos, tenemos las fiestas de los pueblos en verano, tenemos el invierno y una mano que nos
cura, una llamada a la brisa, un baño caliente con espuma, autores que te atrapan con su pluma, una
escapada a la montaña que te hace aclarar las dudas, tenemos dunas, lagos, ciudades, bares de tapas,
teatros, magia, verdades, lugares ancestrales de viejas culturas, fruta matura, besos y caricias
oscuras, hogueras, islas, estrellas, noches de copas y locura, tenemos los besos, los abrazos, los lazos,
los te quiero, los flechazos, los pájaros cantando hasta el ocaso, el día en que después de nueve
meses puedes ver a tu bebé y cogerlo en brazos, tenemos los regalos, la certeza, tenemos la emoción
de recibir al que regresa, tenemos la franqueza, nuestro lado más humano y algo bueno que aprender
cada vez que tropezamos, tenemos el baile, poder tomar el aire, sentir que somos alguien para alguien,
tenemos una vida por delante y la esperanza de que lo bueno pese más en la balanza.
Hemos vuelto a hacerlo, Amcor, El Lobo Negro, y tú no.
Hemos vuelto a hacerlo, Amcor, El Lobo Negro, y tú no.
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