Tus sombras vigilan la calle oscura de tu silencio
Se me olvidó olvidarte en la esquina de tu desdén
Tu boca con sabor a mameas sante de agua
Y en mis cielos naugran tus despedidas
Los susurros duermen en el descanso de tus ángeles
Con tus dolores me dueño prisionero de mí
Erizaste mi tristeza y la burla de mis áganos
Tengo tus secretos olvidados sobre
tu piel Para desligarme de ustedes,
descarnándome
Me corté las ligaduras que me dían los huesos El tiraré
de la rana ansios y rodándose desmembró el menjusé
El meña la cuesta aún de sus pies,
su mirada agobia mi lona Tan siempre su mirada confunde,
tanto me confunde
Sin ti moriré del cuarto menguante Caeré en tu purgatorio y dentro de
tu caos haré la entrega del ol El fin del chas faranganga colimbando
el fefu Mi boca huele a tus lágrimas y tus dolores diluyen mi esencia
Prisionero en tu espera cadáver,
de mi fuego fuego tus cenizas he derogado
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