San Juan y Boedo Antigua
y todo el cielo,
Pompeya y más allá la inundación,
tu melena de novia en el recuerdo
y tu nombre florando en el adiós,
la esquina del herrero barro y pampa,
tu casa,
tu vereda
y el zancón y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.
Sur,
paredón y después,
sur,
una luz de almacén,
yo nunca me verás como me vieras
recostado en la vidriera y esperándote,
yo nunca alumbraré con las estrellas nuestras marchas sin querellas
por las noches de Pompeya,
las calles y las lunas suburbanas y mi amor y tu vendana todo
muerto,
ya lo sé.
San Juan y Boedo Antiguo,
cielo perdido,
Pompeya y al llegar al terraplén,
tu veinte años
temblando de cariño bajo el beso que entonces te robé,
nostalgia de las cosas que han pasado,
arenas que la vida se llevó,
pesadumbre de barrios que han cambiado
y amargura de sueños
que murió.
Sur,
paredón y después,
sur,
una luz de almacén,
yo nunca me verás como
me vieras recostado en la vidriera y esperándote,
yo nunca alumbraré con las estrellas nuestras
marchas sin querellas por las noches de Pompeya,
las calles y las lunas suburbanas y mi amor
y tu vendana todo muerto,
ya lo sé.