para todos los amigos de la
alzé mi casita.
No hay paisaje más bello, señor,
que el de nuestra bahía.
Ni el pincel
del más bueno y más noble pintor pintó cosa más linda.
Mi casita fue iglesia, señor,
al unirme a mi amada.
A la luz de la luna con su curubú esperé la alborada.
En el charco más grande, señor,
hay música de ranas.
El bello Ipácoba canta su letanía prendido en la rama.
En el río modula su voz,
doliente una guarania.
En canoa de penas,
remón pescador,
su angustioso mañana.
Y mañana es volver a empezar,
a empezar la jornada.
Pero siempre empezar y volver a empezar,
esperando el mañana.
Pero toda esa estampa borró
la lluvia del verano.
La crecida del río llegó con su
canto de penas y angustias.
Mi casita su puerta perdió,
la invadieron las aguas.
En canoa
de penas, un subí, emigré,
emigré hacia la altura.
Pero un día mi hogar volveré,
erguiré sus paredes.
Aliado al trabajo,
al sol,
a la fe,
crisol de mi esperanza.
Pero un día mi hogar volveré,
erguiré sus paredes.
Aliado al trabajo,
al sol,
a la fe,
crisol de mi esperanza.
Soy de la Chacarita,
señor.
Para todos los amigos de la Chacarita.