No puedo ni abrir los ojos,
me he pasado de verdad,
y he montado este tinglado y ahora me toca escapar.
Tanto cántaro de excesos,
tanta fuente de maldad,
que se me ha roto la vida y no hace más que salpicar.
Desde el día en que crecí hasta el cielo,
mis raíces se hundieron en el infierno.
Un poquito de esto de mi, como todo lo noble.
Un poquito de esto de mi,
como todo.
Y en medio de esta fiesta de vicio y de maldad,
un ángel, un diamante, me empieza a enamorar.
Y canto de ese país donde tú eres solo tú,
seres él.
Y entro en otra habitación que se empieza a desprender,
donde había paredes tristes,
ahora hay un atardecer.
Y él me abraza como tú y me lleva hacia el mar,
por la adena como gallos que se matan por amar.
Un poquito de esto de mi, como todo lo noble.
Como todo.
Y en medio de esta fiesta de vicio y de maldad,
un ángel, un diamante, me empieza a enamorar.
Y canto de ese país donde tú eres solo tú,
seres él.