Se llama Señor Guzmán porque al viejo se le extraña en Culiacán.
Márquenle, compa.
Hace falta el viejón,
ese de la montaña,
conforme pasan los días.
Culiacán malo extraña y no se borran aquellos recuerdos.
Con cachucha negra y su voz de respeto.
Qué amable era el viejo,
fueron buenos tiempos formando un imperio.
Ahora Iván y Alfredo son los herederos.
Queda la escuela del Señor Guzmán,
ahí en la tuna lo van a extrañar.
Su padrecita lo va a recordar,
sus oraciones llegan al penal.
Una leyenda en el negocio es,
se le hizo vicio eso de crecer.
Y con don Mayo siempre estuvo al cien,
son dos compadres con mucho poder.
Y al enemigo se respeta también.
Y se le extraña al viejo en todo Culiacán.
Con la camisa Guzmán,
con todo respeto.
Lo era es y será,
de los más grandes capos,
el negocio trajo guerras, pero ya terminaron.
De confianza su compadre Mayo,
tomando cuartitos,
dos jefes al mando.
Quedó comprobado,
que no por ser chapo,
iba a ser dejado.
Porque lo de uno,
siempre hay que cuidarlo.
Queda la escuela del Señor Guzmán,
allá en la tuna lo van a extrañar.
Su padrecita lo va a recordar,
sus oraciones llegan al penal.
Una leyenda del negocio es,
se le hizo vicio eso de crecer.
Y con don Mayo siempre estuvo al cien,
son dos compadres con mucho poder.
Y al enemigo se respeta también.