Junto con el pueblo lloro y quiero gritar bien fuerte
que injusta que fue la muerte del gran doctor Favaloro.
Como Argentina valoro su total abnegación
y hizo de su profesión verdadero apostolado
el que a tantos ha salvado destruyó su corazón
Aunque nació en la ciudad,
él amaba la campaña
no se atribuía las hazañas pues tenía gran humildad
cuidaba su identidad aunque viajó al exterior y pudo vivir mejor
otros cargos le ofrecieron,
cambió la fama y dinero por su gran obra de amor
Atendía al pobre y al rico con igual
dedicación recibía en su fundación
a grandes como los chicos por eso no justificó
tan aberrante final para quien abatió el mal
y prefirió simple gente que lo
recuerde la gente como un médico rural.
Sabio, leal, tesonero,
muy firme
pero en sus convicciones no aceptó
más galardones que el afecto verdadero
fue del bypass el pionero,
sobresalir no era el fin
en su continuo trajín de dignidad hizo un templo
tal vez siguiendo el ejemplo de José de San Martín
Quiso a su tierra querida en su mensaje se palpa
y lo mencionó a Tahualpa en su triste despedida
partió con el alma herida pues me quino
sentimientos no escucharon su lamento y lo
justo que él pedía se fue porque no
podía galopar más contra el viento
Hoy en día se han perdido tantos valores
humanos que en vez de dar una mano hunde en
al que está caído claro su mensaje ha
sido por tanta injusticia lloro y al dios
supremo le imploro que no olviden su partida
y pueda salvar más vidas la
muerte de Favaloro