Un día un ángel en tus sueños te habló, te dijo José, acoge a María, porque ella va a ser madre del Hijo de Dios.
Será Jesucristo el salvador.
Oh, a María, tú cuidaste a Jesús, fuiste un fiel esposo y a los dos les diste amor.
Y por tu ejemplo que diste al mundo.
Ven, pero hoy te damos gracias, querido sol, José.
San José, humilde ser vivo, te supiste decir sí a Dios.
Sí a Dios.
San José, hombre valiente y fiel,
que tú a María Jesús, te diste amor!
Hoy te recordamos como un santo varón, el humilde carpintero,
que sus manos trabajó, y santificaste el trabajo de los hombres.
Haz que nosotros crezcamos en la fe.
En lo alto del cielo, con Jesús y con María,
consíguenos la gracia de la vida interior
y la vocación de servicio a los demás.
Ruega por nosotros, querido San José.
San José, humilde servidor,
Jesús viste decir sí a Dios.
San José, humilde servidor,
Jesús viste decir sí a Dios.
San José, humilde servidor,
Jesús viste decir sí a Dios.
San José, humilde servidor,
Jesús viste decir sí a Dios.
San José, humilde servidor,