Que suceda lo imprevisto y se choquen los planetas
Que se suelten para siempre los instintos
Que se rindan los adictos y se asomen los profetas
Al abismo,
al abismo,
al abismo,
al abismo
Que fracasen los invictos y que engorden los atletas
Que resuenen las trompetas del marismo
Que no encuentren los más listos la felicidad
secreta en el ritmo,
en el ritmo,
en el ritmo,
en el ritmo
Sería fantástico que el día del juicio final
Ardieran los neumáticos por toda la ciudad
Y en medio del pánico pudiéramos oír gritar Al típico subnormal,
salvemos el Ártico
Que se salven las mujeres y los niños
Que se salven las mujeres y los niños
Y que crezcan bajo el mismo resplandor ultravioleta
Del principio,
del principio,
del principio,
del principio
Sería fantástico que el día del juicio final
Ardieran los neumáticos por toda la ciudad
Y en medio del pánico pudiéramos oír gritar Al típico subnormal,
salvemos el Ártico
Đang Cập Nhật
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