El bendito Maldi Yure produjo una florecita,
la conocí en una fiesta,
la bañé de agua bendita,
en la población de Achaguas fue la primera entrevista,
me gustó,
yo le gusté,
salimos de chaquetica.
Me besó,
yo la besé y le entregué una reliquia,
pa' librarla de un maldeo o de alguna otra amavita,
no voy a decir el nombre,
ella es una trigueñita,
con cuerpo de figurín y la boca chiquitica,
cuando el amor es con ganas la persona se encapricha,
desde ese día en adelante la miraba patética,
le escribía,
me contestaba con palabras tan dulcitas,
que se pueden comparar igual con la miel de arica.
Recuerdo que un día domingo en la primera entrevista,
fue que nos enamoramos pero de
para parita,
como me estaba esperando parecía una princesita,
con sus labios de cardón
y su linda cinturita,
con ese pelo estretido se me paseaba cerquita,
yo viéndola me corrían
las lágrimas apenita,
el amor ataca duro,
compromete y debilita,
y aun cuando el hombre
no llora las lágrimas se le filtran,
ella me pasaba cerca caminando estrujadito,
y yo
de tanta pasión me ponía espeluzcadito,
portaba un pantalón gris y un suéter rayadito,
por
cierto todavía cargo la foto en mi llaverito.
Trajo un frasco de bonavent,
se peinó y me echó un poquito,
entonces se fue a un espejo y se hizo un buclecito,
ella parecía una reina y yo que andaba apabito,
y pasamos medio día hablando más que un ministro,
cuando yo le decía amor,
ella me decía morcito,
entre sonrisa y sonrisa siempre me daba un besito,
una cosa es que yo diga y otra es que hubiesen visto,
se me salía la saliva como muchacho chiquito,
yo le dije a usted si es linda,
me dijo a usted si es bonito,
por eso es que en esta noche soñaba con angelitos,
me dio un beso y un abrazo y me dejó mataíto,
que si me hubiese dado otro miren que no resucito.
En verle amor y cariño y ese lindo cuerpecito,
cuando ella se me arrimaba yo me ponía hipático,
la abrace me despedí y ella quedó llorandito,
y yo llevaba los ojos como blanco pobre frito,
a hacer la noche pensando no pude echar un sueñito,
y en el día no comí nada pero ni un caramelito,
y no comía ni bebía como que tenía un capricho,
oía ángeles cantando en el cielo y bajitico,
no me reunía con nadie me la pasaba solito,
y sin comer ni beber me fui poniendo flaquito,
los amores se lograron porque yo cumplo lo ***,
ahora como duermo y bebo y me siento jovencito.