Cual el sol con tu piel de rubores indios
resucita el fuego de nuestro pueblo.
No podrán apagar la hierba del campo,
rostros de madera vienen cantando.
Usted,
Dios musical,
oro de los quichuas,
salva al niño negro que no se muera.
Quiero entrar al viento con la sangre abierta,
ser mensaje nuevo,
hoste en mi tierra.
Salverá la canción de la raza muerta,
trueno entre las hojas, luz de tormenta.
Soy raíz de un dolor que arde por las siestas,
Hachela Cortés tumbando penas.
Cual el sol con tu piel de rubores indios
resucita el fuego de nuestro pueblo.
Quiero entrar al viento con la sangre abierta,
ser mensaje nuevo,
hoste en mi tierra.