El aliento en el desierto es sentir de una canción
y un jinete sin aliento va como una exhalación.
Capitán de las legiones que dejó su batallón
y por un querer moruno va a jugarse el corazón.
Moradio en Cotarquimí
Yo me vi
y ahora me muero de sed.
No le temo a las murallas ni a las flechas de Alicante
por mirarme en tu mirada negra como el aire quitará.
Antes de vivir sin ti,
que no tenga salvación,
moradio en Cotarquimí.
Al llegar a las murallas el vigia dio la voz
y
cuarenta flechas negras fueron a su corazón.
Al pie de los palmerales lo enterró tu batallón
y en las noches del desierto en el viento basuró.
Moradio en Cotarquimí
Yo me rindo a tu querer
en tus ojos yo me vi y ahora me muero de sed.
No le temo a las murallas ni a las flechas de Alicante
por mirarme en tu mirada negra como el aire quitará.
Antes de vivir sin ti,
que no tenga salvación,
moradio en Cotarquimí.