Me agarraste infraganti cuando traté de burlar la justicia del amor.
No sé cómo siendo un pillo,
ladrón de tiernos cariños,
vil traficante de besos,
hoy no se ama sino un preso de insignificante flor.
Me agarraste infraganti cuando traté de burlar la justicia del amor.
No sé cómo siendo un pillo,
ladrón de tiernos cariños,
vil traficante de besos,
hoy no se ama sino un preso de insignificante flor.
En la vida quise emprender la partida sin
pensar en las heridas que causaría una ilusión.
Qué gran sorpresa cuando vi que mi nobleza
estaba bajo sentencia y en completa perdición.
No hay inocencia,
me autodeclaro culpable,
por mí no habrá otro que pague,
soy el dueño
de mi error.
¿De qué me vale negarme si ya estoy
bajo las órdenes de un efecto superior?
No quiero que me defiendan,
ya pertenezco a tu celda,
sin sentir rencor ni pena esperaré
la condena que imponga tu corazón.
¿De qué me vale negarme si ya estoy
bajo las órdenes de un efecto superior?
No quiero que me defiendan,
ya pertenezco a tu celda,
sin sentir rencor ni pena esperaré
la condena que imponga tu corazón.
No me molesta al tanto de tu respuesta,
quiero cadena perfecta de tu cuerpo encantador.
Si por ser hombre castigos me corresponden,
aceptaré muy conforme,
ser rehen tuyo es mi honor.
Al fin y al cabo,
con tal que me quieras mucho,
tu cariño es mi más justo abogado defensor.
02:45