Oye a mi alma, la invadí la tristeza
porque mi hermano se ha apartado del Señor.
Y yo le digo,
hermanito regresa,
no vaya a ser que pierdas tu salvación.
No sé el motivo por qué tú te apartaste,
porque desprecias de Jesús la salvación.
Él está dispuesto nuevamente a perdonarte,
si Él vino al mundo a salvar al pecador.
Ya no se escuchan las notas de tu guitarra,
con las que siempre adorabas al Señor.
La iglesia extraña el eco de tu garganta,
y entre solloza por ti clama al Señor.
La iglesia extraña el eco de tu garganta,
y entre solloza por ti clama al Señor.
Regresa pronto,
hermano mío,
no desprecies tu galardón.
No le hagas caso al enemigo,
escapa por tu salvación.
No le hagas caso al enemigo,
escapa por tu salvación.
Triste recuerdo cuando te veía en la iglesia,
todos los domingos dirigiendo la oración.
Hoy que regreso me llevo una gran sorpresa,
cuando me dicen que mi hermano se apartó.
Mira que Dios tiene los brazos abiertos
para perdonarte y para darte salvación.
Como David y Aarón también cayeron,
se arrepintieron y Dios los perdonó.
Viaje a mi pueblo porque quería encontrarte,
quería abrazarte y cantarte una canción.
Y fue muy duro saber que te apartaste,
dolor profundo sintió mi corazón.
Y fue muy duro saber que te apartaste,
dolor profundo sintió mi corazón.
Regresa pronto,
hermano mío,
no desprecies tu galardón.
No le hagas caso al enemigo,
escapa por tu salvación.
No le hagas caso al enemigo,
escapa por tu salvación.