Te fijas
que fácil fue olvidarte,
que fácil fue arrancarte del fondo de mi vida.
Yo que creía
que si tenía que hacerlo,
que si tenía que hacerlo de pena moriría.
Hoy nada queda
de aquellos juramentos,
nada ha quedado
de esas dulces promesas.
Todo ha pasado,
se lo ha llevado el viento
que convirtió en pavesa,
que convirtió en pavesa
lo que fue tu recuerdo.
Te fijas
que fácil fue olvidarte sin dejar en el alma ningún remordimiento,
pues hoy al verte pasar cerca a mi lado el corazón me dijo
que todo ha terminado.
Te fijas
con la misma moneda,
con la misma moneda que
fácil
te pagaron.