Esta noche, barrio mío, fantasma del corazón,
surges como un largo río en los ojos del dolor.
Inquieto el gallo acomoda su pico bajo el plumón.
Viene un perfume de rosas a través del corredor.
Gentil matrona la parra, sirve racimos de luz.
Arranca la noche, barrio mío, fantasma del corazón.
Vientas moscas y abejas sin darse tregua de amor.
Vos, recordando, sabes que tenés que subir simplemente hacia el sur.
Ver borrándose el perfil de todo lo que sos por gil y querendo.
Brumas confunden tu emoción.
Sombras que llevan al pasar.
Brumas confunden tu emoción.
Luces de un barrio que acababan...
Llevándose el café la noche de billar a un barco de papel donde naufraga el sol
Luces de un barrio que acabó llevándose el café la noche de billar
a un barco de papel donde naufraga el sol