Para
ser un magnífico inventor lleva bastante tiempo,
tiene su desengaño,
ay Dios mío que tiene pa' que te invente año traño.
Y es que de eso se trata el corazón,
disfrutando siempre el proceso que llevará a ser tu creación,
que es lo que te lleva,
aprende a jugar,
aunque no te salga a la primera,
que es que no siempre se encuentra la manera,
y ahora verás que a nosotras no va a pasar.
El uso diario es una cosa difícil,
demuestra el secreto de su fácil ejecución,
seguro
que intentándolo tampoco se complica,
melodía,
do,
re y o,
y ya está nuestra canción.
¡Un, dos, tres!
Para empezar con páginas sencillas,
y en cada beso no puedes darte la delitilla,
y en la final,
como si un reloj el invento fuera,
y cuenta como esto lo vive a tu manera,
esa le entrega el cariño,
trabajo todo el que quiera,
y ya verás la comparsa,
y ya verás la comparsa,
lo bonita que a ti te queda,
lo bonita, lo bonita que a ti te queda.
A lo largo de todos estos años he aprendido
algo extraño dentro de esta ingeniería,
no todos los que aquí se viven y los que
aquí se sirven sienten pura fantasía,
hay creadores que no inventan si no ganan,
hay inventores que no crean si no le atrajan,
hay quien yo creí maestro y la estrella de su
juego nunca va a dejar que sea un buen compañero.
Vámonos, ¿no?
Y si invento otro año,
los funcionarios lo volverán a intentar,
aunque no gane, no pierdo,
tan solo sigo aprendiendo.
Y
aprendí que una mentira te resta energía,
que
potencia es tu alegría,
y hay más si es compartirla.
Y aprendí que un abrazo es como una cadena,
que te sostiene y alivia tu pena,
y tu error de consuelo.