Chicos,
hoy también loco aquí.
Ey, ey, ey, mami, me tienes loco.
¿Qué tú sabes?
Dime, dime, ¿qué tú quieres?
Ojitos de diabla.
Ey.
Tú tienes los ojitos de diabla, mami, qué calor.
Te viste,
me fue el control,
me llenaste de terror.
Cuando te mueves, me quitas la razón.
Eres mi tentación, tú eres mi perdición.
Tú estás bien suelta, me tienes en candela.
El meneo te sale natural como en novela.
Te miro y me enciendo,
quiero verte de nuevo,
mami.
Con esos ojitos yo no sé qué me has hecho.
Ojitos de diabla y me tienes bien atrapado.
Tu mirada me quema, te tengo siempre a mi lado.
Ojitos de diabla y me sigues mirando.
Me tienes tan loco, mami, ya no estoy pensando.
Y tú sigues, tú sigues jugando con mi mente.
Tú eres santa, pero yo sigo a tu corriente.
Tus ojitos son fuego, me quemo y me pierdo.
Mami, sé que tú sabes lo que yo quiero.
Pasando de la calle para tu cama,
la forma en que me miras,
eso me desarma.
Me dices que no, pero sé que sí.
Lo que quiero es verte aquí sin parar,
así.
Ojitos de diabla y me tienes bien atrapado.
Tu mirada me quema, te tengo siempre a mi lado.
Ojitos de diabla y me sigues mirando.
Me tienes tan loco, mami, ya no estoy pensando.
Ya no quiero más, solo quiero tu calor.
Ojitos de diabla, me tienes en pavor.
Eres mi locura, mi cielo y mi infierno.
Mami, ¿por qué no lo hacemos eterno?
Te sigo, te persigo, mami, no soy de hierro.
Pero tú me tienes en un viaje sin freno.
Me sueltas a mirar y estoy perdido.
Esos ojitos de diabla me tienen bien cautivo.
A veces te odio, pero no te dejo.
Tú eres mi museo, mi estrella, mi reflejo.
Y aunque tú digas que no lo crees,
sé que en el fondo te mueres por verme otra vez.
Tú me miras y siento que me caigo al abismo.
Esos ojitos de diabla me tienen en el sismo.
Te buscas mis miedos, los dejas al aire.
Yo sigo aquí parado,
pero tú me caes como un rayo.
Cuando tú te acercas y el aire se calienta,
esos ojitos me dicen cosas que me atormentan.
Sé que no eres fácil, eso me atrae más.
Tu actitud es reina, mami, yo quiero tu paz.
Pero sé que en el fondo hay una guerra sin fin.
Yo soy tu prisionero, tú mi esclava sin fin.
Tus ojitos me llaman, me arrastran al desastre.
Pero yo sigo fiel,
aunque no pueda escapar de este arte.
Ojitos de diabla y me tienes bien atrapado.
Tu mirada me quema, te tengo siempre a mi lado.
Ojitos de diabla y me sigues mirando.
Me tienes tan loco, mami, ya no estoy pensando.
Ey, ey, ey, tú y esos ojitos.
Me tienes mal, mami, mal.
Ojitos de diabla, sí, sí, sí.
¡Dame fuego!
¡Dame fuego!
¡Dímelo!
¡Empalació!