Revolviendo cielo y tierra,
profanando arena y mar,
fui buscando la manera de poderlo descifrar y,
tranquilo a lo mejor,
hoy la suerte me tocó.
Quizás se apague la ansiedad,
quizás no se esconda más
y ya no tenga que buscar.
Enséñame los colores que el amor
te puede dar.