Como quien viaja a la luna,
velocidad crucero.
Primeros meses con locura,
quiero empezar de cero.
En un viaje a ninguna parte,
flotando en un mar salado.
Las olas me arrastran,
pero no llego a ningún lado.
Su presencia me invade y no puedo concentrarme.
La vida me persigue cuando tendría que perseguirla yo a ella.
La verdad de las cosas son lo que tú te puedas imaginar.
Si tú crees en el destino,
él te responderá.
Y es que no quiero pasar toda la vida solo,
ni entre cuentos de hadas con gente que no
conozco.
Miradas que penetran hasta el fondo de mi alma,
malas hierbas que se quedan para siempre
en mi garganta.
Árboles creciendo en mi sucia barriga,
nubes en el cielo que no echan ni una gota.
Ropa tendida en todos los tejados,
tapándome el sol un día de verano.
He vivido dos generaciones de bancos
donde siempre me sentaba a contemplar el patio.
Pero siempre que me acuerdo de este sitio,
la nostalgia entra y ya no sale ni un poquito.
Una señora mira muy raro,
sus ojos empiezan a hacerme daño.
¿Qué ha pasado en nuestro cielo?
Solo quería perseguir mi sueño.
Y es que no quiero pasar toda la vida solo,
ni entre cuentos de hadas con gente que no
conozco.
Miradas que penetran hasta el fondo de mi alma,
malas hierbas que se quedan para
siempre en mi garganta.
Árboles creciendo en mi sucia barriga,
nubes en el cielo que
no echan ni una gota.
Ropa tendida en todos los tejados,
tapándome el sol un día de verano.
Persigue tus sueños en nuestro cielo.