Es que no es casualidad que tú en este momento me estés escuchando,
porque Dios no juega a los dados.
Estás aquí porque Dios tiene un propósito conmigo y contigo,
y con todos sus hijos.
No hay prisa, no hay prisa, todo llegará.
No hay prisa, no hay prisa,
todo pasará.
Si hoy día he llorado,
mañana reiré.
Tiene que alcanzar,
porque hoy día...
No hay prisa, no hay prisa, siempre se llegará.
Porque hoy día casi no me alcanza.
Todo tiene su afán.
Y todo tiene, tiene, tiene, tiene su afán.
Caminando por el sol,
en un día de verano,
aquí en Lima.
No hay prisa, no hay prisa, el dolor acabará.
No hay prisa, no hay prisa,
tu ansiedad se terminará.
Dios tiene las cosas en control.
Sí, Señor, sí.
Dios tiene mi vida en sus manos.
Ya no vivo yo,
ya no vivo yo.
No hay prisa, no hay prisa, todo pasará.
No
hay prisa, no hay prisa,
todo tiene su afán.
Solo
en Él esperaré,
en Ti esperaré.
Solo en Él confiaré, confiaré en Ti, Señor.
Es que Dios no juega a los dados.
Lo que pasa es que a mí me han pasado muchas cosas,
Brian.
Todos los días que vivo es una lucha constante.
Yo quisiera contarte, por ejemplo,
que a veces no es fácil entender las
palabras que de pronto vienen del Señor
porque están dirigidas a los que se niegan
a sí mismos.
A veces es difícil comprender que el
enemigo más temible puede estar en tu casa.
Podrías comprender eso.
No hay prisa,
no hay prisa, todo pasará.
Todo pasará, todo.
No hay prisa, no hay prisa,
no hay por qué esperar.
Es que todo ya está ***.
Todo tiene un tiempo y llegará.
Todo tiene un tiempo y pasará.
Mas las palabras de Dios jamás pasarán.
Es eso lo que tengo que pensar.
Y viene con bendición, ¿sabes?
Viene con bendición.
Es que meditando en su palabra de día y
de noche para que todo nos salga bien.
Y también hay que recordar.
No hay prisa,
no hay prisa,
todo cambiará.
A través del tiempo,
las edades.
No hay prisa, no hay prisa,
todo mejorará.
Tiene que mejorar.
Que tengo fe,
tengo fe.
Tengo fe.
Gracias.
En ti estoy esperando.
Mi Señor nunca me fallará.
Todos se pueden ir.
Pero nunca tú me dejarás.
Que tu amor me alcanza.
No hay prisa, no hay prisa,
esto también se irá.
No hay prisa, no hay prisa,
para esperar.
Por nada estéis afanados.
Dios conoce el fin de tu vida.
De tu vida, de mi vida, de todas las vidas.
Nuestro final.
Como también conoció cuando empezaste.
Nuestro final.
Desde el vientre de tu madre.
Tu final.
¿Por qué te preocupas?
¿Para qué esperabas?
Si Él conoce los cielos.
Hay muchas cosas que quisiera hablarte.
Sobre todo de que tener que hacer cálculos para seguir a Cristo.
Es importante.
Si vas a acabar o no con su obra.
Para gloria y honra del Señor Jesucristo.
Muchos se fueron cuando dijeron quiero seguirte.
Toma tu cruz.
No hay prisa,
no hay prisa, todo pasará.
Es
cuestión de entender.
No hay prisa, no hay prisa, yo voy a ganar.
Es que es una competencia.
Es una lucha.
Porque Dios nos pone de cabeza y nunca de cola.
Siempre de ganar.
Somos cabeza no cola.
Bendecidos todo el tiempo.
De victoria en victoria.
No merecemos perder un momento de lucha.
Somos guerreros de luz.
El Señor va con nosotros a donde sea que vayamos.
Es importante.
Esforzarse y ser valiente.