He intentado quedarme arriba en la noria
para ver con perspectiva y ver lo que me sobra,
pero siempre acabo abajo dentro de un armario
como si fuese el amante de los fallos y no de la gloria.
Soy obsesiva con las cosas,
necesito lo que quiero
y si lo tengo ya me estorba.
He intentado muchas veces cambiar eso y no me sale,
siento que si cambio fallo mis instintos vitales.
Llámame o no me llames, háblame o no me hables,
o cuéntame cómo lo haces,
porque a tu le encuentro el fallo,
a tu le veo lo malo,
miro y está todo cerrado y encima he perdido las llaves.
Y de repente un día ya estoy bien
y consigo todo lo que quería hacer.
¿Quién me va a entender?
No lo hace ni mi padre ni yo mismo,
tú que vas a saber.
Un día vale por cien,
porque esté malo esté bien,
siempre rebusco mi pasado
para componer y para sacarme todo lo malo
que he sentido en un papel y no sé si sirve
de algo, pero si gusta me siento bien.
Creo que es que se me ha perdido el tiempo y cada
segundo pasé me lo coadora.
Lo voy persiguiendo y me siento como Peter buscando su sombra.
Nadie va a entender lo que hay dentro hasta
que abren la puerta y entran corriendo.
No
te juzgo si sales huyendo,
yo lo haría si pudiese escaparme del cuerpo.
Conmigo no
hago las paces,
ha pasado muchas veces y solo me suelto en bases.
Lo de no volverme loca ya no me sale,
voy perdido al norte, voy perdido a los cabales.
Llámame o no me llames, háblame o no me hables.
No soy como de cuento,
nadie habla si finges serlo y hasta el odio al tiempo.
Con tanto llanto,
con tantos pedos y por decirles la verdad te hacen sentir menos.
Insisten en saber lo que te duele pero
siento que huís mientras lo cuento.
Arreglalo,
solucionalo,
si te quedas mirando no desapareces,
no lo he aprendido yo de tantas
veces que lo he intentado y no,
no ha desaparecido,
no.
Llámame o no me llames,
háblame o no me hables,
cuéntame cómo lo haces,
porque a tú le encuentro el fallo,
a todos le veo lo malo,
miro y está todo cerrado y encima he perdido las llaves.
Llámame, háblame, cuéntame,
pa' no verlo todo cerrado.
Llámame, háblame, cuéntame,
pa' no verle a todo lo malo.
Llámame, háblame, cuéntame.
Llámame,
háblame,
cuéntame,
eres el único al que no le encuentro el fallo.