Sin querer
Se
despertó y
cayó en un circo de
fieles
sin fe
al notar
que era parte de él y
sentirse inundado allí,
así
de forma tan cruel.
Intento salir,
intento salir
y escapar de esa fábula.
Intento salir,
intento salir
porque todo era tristeza.
Ella
cercó y solo
oyó la voz de aquel
niño
ángel que lo llamaba
de pie, de pie, de pie,
de pie, de pie, de pie.
Y una soga lo
ayudó envolviéndole
la piel
y así
se marchó.
Y arropó al niño ángel y él ahora ángel también,
estará siempre con él para cuidarlo.
Y sentir
sus ojos y mirar sus manos y mirar sus alas como por última vez.
Y sentir
sus ojos y mirar sus alas y mirar sus manos como por primera vez.