Yo tengo una cintura milagrosa,
tallada con diablura por mis viejos,
y soy la moza nueva de un poeta que sueña con mi voz de miel y fuego.
Yo soy la maga encinta de esperanzas que
embruja el cielo entero con su canto,
cargando rebeldía en la garganta,
quemando el corazón en cada paso.
Me invento en esta hermosa calentura
de ponerme los amores para el tango,
y canto.
¿Qué voy a hacer si tengo un reino de veredas?
Si soy princesa de barriada y nochevieja.
Si en vez de sangre tengo un río de sueñera,
el tango.
Me han envenenado con su piel de vida eterna,
y soy su chica un poco niña, un poco rea.
Le doy mi
pecho para hacerse un hilo en falda.
Mi reino está en un patio de
baldosas con pines y gorriones a orilleros.
Yo soy la diosa en flor del verso bravo
de la filosofía y el deseo.
Y canto.
¿Qué voy a hacer si tengo un reino de veredas?
Si soy princesa de barriada y nochevieja.
Si en vez de sangre tengo un río de sueñera,
el tango.
Me han envenenado con su piel de vida eterna,
y soy su chica un poco niña, un poco rea.