Nadie me ama, nadie me quiere Nadie me llama, nadie me es fiel Triste es mi vida, sin un cariño Lloro en silencio, mi desventura Voy por el mundo cruel de fracaso en fracaso Llamo a la puerta del cielo que nunca traspaso Vencido y cansado de tanto sufrir Yo ruego a Dios que se afiade de mí