¿Qué tiempo hace que no nos vemos? Y eso no tiene importancia
Te lo dije en mis delirios, confesero inconfesable La amistad que a ti me une es un castillo inescrutable
Tus versiones de la vida para mí son una llave La que abre los secretos, la que encierra nuestra sangre
La que ríe por momentos, aunque el día sea de nadie Y un instante es el futuro, un segundo es suficiente
Para yo sentirme bien por el resto de mis días Qué fácil es hacerle tus vivencias y una historia inolvidable
Nací una canción cada vez que vi deseo fuerte Y nací una canción cuando yo me desespero
También nací una canción en el peor de los momentos Y esa es la grandeza de mi religión
Nací una canción cada vez que vi deseo fuerte Y nací una canción cuando yo me desespero
También nací una canción en el peor de los momentos Y esa es la grandeza de mi religión
¿Cuándo vas a salir de tu cárcel? ¿Cuándo vas a ver que los sueños no esperan a nadie?
Y agárrate con fuerza a esas ideas que de ti salen, que te llevan y te traen
Que brillan con elegancia aclarando la debacle porque todo es de color
Aunque el fin sea negro y esa es la virtud del paseo de tu cuerpo
Y tú no me derramarás, aunque sea por un segundo Porque solo somos tiempo, no hay riquezas en el mundo
Que puedan compensar las sensaciones vividas Y el abrazo de una madre y el dolor de tu herida
Porque con solo un recuerdo, con solo una caricia, con un chispazo sincero
Yo me siento prisionero de esta gran mentira
Y nací una canción cada vez que mi deseo fuerte Y nací una canción cuando yo me desespero
También nací una canción en el peor de los momentos Y esa es la grandeza de mi religión
Y nací una canción cada vez que mi deseo fuerte Y nací una canción cuando yo me desespero
También nací una canción en el peor de los momentos Y esa es la grandeza de mi religión
Me desperté esta mañana pensando en nada Y el sendero hacia tu risa era una leve coronada
Dolorosa y profetera y que tan feya y equilibrada Qué milagro de la ciencia son las cosas que se escapan
Sortilegios de tu amor llevo conmigo fundidos Y una tarde me inventé diez mil poemas fingidos
Y un verso nunca puede estar vacío Y un beso tiene que ser la muerte
Y nací una canción cada vez que mi deseo fuerte Y nací una canción cuando yo me desespero
También nací una canción en el peor de los momentos Y esa es la grandeza de mi religión
Nací una canción cada vez que mi deseo fuerte Y nací una canción si yo me desespero
También nací una canción en el peor de los momentos Y esa es la grandeza de mi religión
Nace una canción en un día cualquiera Y otras se quedaron en la papelera
Nace una canción en un día cualquiera Y otras se quedaron en la papelera
Nace una canción en un día cualquiera Y otras se quedaron en la papelera
Hoy nací una canción, nací una canción, nací una canción...