No hace falta ser francesa
para hablar bien el francés.
Praticándolo a diario
ya verán qué fácil es.
Solamente para hablarlo pongan toda su atención,
porque lo más importante es buena pronunciación.
¿Cómo está, amiguito mío?
Yo estoy bien, Bokumeshi.
Mon ché gui,
mon ché gui, mon ché gui.
El decir esto es bonito es decirse tres yoli.
Mon ché gui,
mon ché gui.
Alor quiere aprender pues venga junto a mí y dirás en francés.
Mon ché gui.
Yo conozco a una señora
que ya vive de ilusión
y se pasa todo el día
practicando mi lección.
Pero dicen que una tarde se marchó y no volverá
y el francés ya lo practica desde Montmartre a Fira.
Mon ché gui,
mon ché gui.
¿Cómo está, amiguito mío?
Yo estoy bien, Bokumeshi.
Mon ché gui,
mon ché gui, mon ché gui.
El decir esto es bonito es decirse tres yoli.
Mon ché gui,
mon ché gui.
Alor quiere aprender pues venga junto a mí y dirás
en francés.
Mon ché gui.
Mon ché gui,
mon ché gui.
Alor quiere aprender pues venga junto a mí y dirás en francés.
Mon ché gui.