Saldrá la voz por mi longa,
tragedia griega con cuerdas,
para colgar de la noche mi sangre al sur de poeta.
Tendré que soltar el nudo que me sostiene la pena,
viento del campo enlutado soplándome entre las letras.
Y que me coma la tinta mi flor de acorde y tiniebla,
sonando pétalo a pétalo,
caballo, canción y lengua.
Saldrá la voz por mi longa,
latidos de la tormenta.
¿Qué canciones se le cantan
a un toro zurdo de sangre?
Silencios bravos de gesta,
querrísimas libertades.
Un sol de fuego fantasma,
un beso por cruz y tumba,
de dioses que vuelan bajo y un esqueleto por luna.
Dijiste que ya te ibas
con voz de violín y sombra,
por eso eterna y chiquita,
mi muerte se hace mi longa.