Yo sé que estás junto a mí,
solo tú,
siempre tú,
pero me invade el corazón este miedo tremendo
de oír tu adiós,
tu triste adiós.
Siento tu voz siempre aquí,
solo tú,
siempre tú,
y no me canso de rogar
para que
la lluvia no apare en ti
tu amor por mí.
No pienses siquiera que el cielo es gris
y abril ha
llorado sobre el clavel
el viento te puede
llevar de mí,
que puedes retornar
y no querer.
Siempre hay un
retazo de luna azul,
lloviendo
mañanas en tu jazmín
por eso me asusta que puedas tú,
después de tanto amor,
vivir sin mí.
Después de tanto amor,
vivir sin mí.
Vivir sin mí.