A este mundo llegué pa' ser pobre
porque así lo marcó mi destino.
Voy regando con tolas el llanto entre las espinas de un largo camino.
No encuentro piedad ni consuelo.
Como yo, no hay quien tenga esta suerte.
No conozco el amor ni el dinero.
Ahora lo que espero no más es la muerte.
El dinero no se hizo pa'l pobre y los ricos tampoco lo dan.
Los amores al ver la pobreza dan la vuelta,
nos ven y se van.
Como va la basura rodando por las calles de la desventura.
Así voy por la vida penando,
tan solo llorando mi triste amargura.
Voy a hablarle al Señor de los cielos
porque yo ya no encuentro la calma.
Si mi fe y mi esperanza está muerta,
mejor que se lleve pa' siempre mi alma.
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